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Al final Calderón busca culpar a Dios de su gran fracaso

diciembre 1, 2012
¿Lo perdonara Dios?

¿Lo perdonara Dios?

Al final Calderón busca culpar a Dios de su gran fracaso
El adiós
*Aspiro a un México de paz, dijo en 2006, pero dejó el país sembrado de cadáveres: Salmerón
*Su peor herencia es haber abierto el camino de retorno al PRI y sus vicios
Por Claudia Herrera Beltrán
Periódico La Jornada
Viernes 30 de noviembre de 2012, p. 2
Perseguido por la duda del triunfo electoral, Felipe Calderón siguió en el décimo día de su gobierno un camino sin retorno: declaró la guerra a la delincuencia en busca de legitimidad. Con una elevada cuota de sangre, la peor derrota de su partido a cuestas e incumplidas varias promesas, devolverá la banda presidencial al PRI con un discurso que, según analistas, busca la exculpación. Me hubiera gustado hacer mucho más… pero Dios sabe por qué pone a determinadas personas en determinadas circunstancias, expresó hace unos días. Lejos de aquella máxima de Manuel Gómez Morín –el fundador de su partido–, quien en 1939 advirtiera a los primeros panistas: el mal no es fatal. No es cierto que los males que aquejan a México sean una parte ineludible del destino nacional; derivan de actos positivos o de omisiones del Estado. Omisiones o yerros de los que el presidente Calderón parece no asumir su responsabilidad, afirma Bernardo Barranco, estudioso de las religiones, quien analiza las recientes invocaciones del Ejecutivo a una divinidad como responsable de los males del país. Usa la providencia, a Dios, el destino superior, para justificar su gran fracaso, porque sabe que va a ser muy mal juzgado.
También traicionó sus raíces
Postura distinta a la que planteó el 13 de diciembre de 2006 en Huehuetoca, estado de México, cuando selló su perenne alianza con la plana mayor del Ejército, la Marina y la Secretaría de Seguridad Pública, que junto con el PRI le garantizaron poder jurar como presidente en el recinto de San Lázaro después de las impugnadas elecciones de 2006.

Don Luis Calderón Vega

Don Luis Calderón Vega

Creo firmemente que todos los mexicanos, a pesar de la adversidad, podemos construir una nación de libertades. Aspiro a que nuestro México sea una nación de orden, de paz, de libertad, de justicia, de democracia, un México más seguro, ofrecía antes de lanzar personalmente el Operativo Michoacán, vestido con una holgada casaca y gorra militares, instantánea que marcó su Presidencia.

Un México que después de seis años está sembrado de miles de cadáveres, fruto de una estrategia equívoca, explica Pedro Salmerón, historiador y académico del ITAM, al plantear que aplicó criterios contrarios a los mecanismos internacionales de lucha contra el crimen organizado y tuvo absoluta insensibilidad frente a los deudos; lo opuesto al humanismo del PAN. Porque Calderón deja Los Pinos habiendo traicionado también sus raíces católicas, familiares y partidistas, explica Barranco. “El problema es que es el hijo desobediente. Jamás abrazó las tesis  cristianas de su padre Luis Calderón Vega ni de su maestro Carlos Castillo Peraza. “Se dejó llevar por el glamour de la clase política pragmática, negociadora, cortoplacista, de los intereses de grupo, amante de la imagen, mientras los panistas históricos eran católicos conservadores, pero de principios”.
Respaldado en una religiosidad epidérmica –como la define este sociólogo–, Calderón ha esgrimido que los males o parabienes del país son casi obra divina. Cuando el virus de la influenza paralizó el país por decisiones tomadas desde su escritorio arguyó:enfrentamos no a cuatro jinetes del Apocalipsis mencionados en la Biblia, sino a cinco: la crisis económica, la violencia desatada por el crimen organizado, la peor sequía, la mayor caída en la producción de petróleo y la influenza (como símil de la peste). Y a medida que se acercaba el fin de su gestión dicho argumento se hizo más presente en sus discursos. Salimos avante gracias a Dios, manifestó hace un mes. Afortunadamente, gracias a Dios hemos podido salir adelante de muchos graves problemas que México enfrentó, diría el 11 de agosto en el estado de México. Y en el balance presentado el 1º de diciembre de 2011 enumeró las crisis afrontadas con la frase: Dios sabe por qué hace las cosas.

Felipe Calderón no fue discípulo de su padre ni de su mentor Carlos Castillo Peraza

Felipe Calderón no fue discípulo de su padre ni de su mentor Carlos Castillo Peraza

Para entonces, hasta sus más allegados se valían de esos planteamientos para justificar la situación del país. Su esposa, Margarita Zavala, oró para tocar el corazón de los violentos, y Roberto Gil Zuarth causó polémica cuando al dejar Los Pinos para dirigir la fallida campaña de Josefina Vázquez Mota señaló: suelo pensar que si una fuerza superior, la mano invisible del destino o Dios, ha puesto a prueba el carácter de esta nación, incluso hasta desafiar las leyes de la probabilidad, esa fuerza, ese destino o Dios, ha tenido el cuidado, la generosidad de prestarnos al mejor presidente de México.

A decir de Barranco, esas insistentes referencias parecen provenir más de un Calderón pragmático con poses retóricas que de un hombre de fe filosófica o erudita, quien finalmente enfrentó la violencia con violencia, el fuego con fuego, y eso no está en la lógica del humanismo integral ni del panismo histórico.
En septiembre de 2011, el michoacano se mostró preocupado por cómo iba a aparecer en los libros de historia, y anticipó: probablemente voy a ser recordado por el tema de la violencia, y probablemente con mucha injusticia. Era la mañana del 23 de junio en el castillo de Chapultepec, durante su encuentro con el poeta Javier Sicilia y otras víctimas de la violencia, a quienes abrazó después de haber sido criticado por mostrarse frío meses antes frente a las lágrimas de María de la Luz Ávila, madre de dos jóvenes muertos en Villas de Salvárcar, a quienes él erróneamente llamó pandilleros. Ella resumió el dolor de miles de víctimas.
Escudado en que había fallas en su política de comunicación que provocaban percepciones erradas, hizo espots, diálogos y hasta el documental Royal Tour para mostrar un México en paz, pero siguieron creciendo la cifra de muertos y las acusaciones de violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas federales. Además, aprovechó la lucha contra el narcotráfico para perseguir a opositores políticos. El gabinete calderonista fue otro talón de Aquiles no reconocido por el Presidente, pero que al final se tradujo en 24 cambios, más que los hechos por Ernesto Zedillo, quien tenía el récord de 23 en las últimas cinco administraciones.
Rodeado de inexpertos
Bajo la premisa de rodearse de leales, aun al costo de la inexperiencia, encomendó los principales cargos a jóvenes ex colaboradores de la campaña, quienes al llegar al poder parecieron más preocupados por su imagen que por el servicio público. Varios se sometieron a costosas dietas que luego abandonaron; estrenaron casas, lujosos carros y andaban gustosos entre escoltas. A la postre, aquel grupo compacto se dividió por las pugnas y la fatalidad combinada con errores: dos secretarios de Gobernación amigos del Presidente muertos en accidentes aéreos: Juan Camilo Mouriño (por el que parecía inclinarse la balanza para que fuera el sucesor en Los Pinos) y José Francisco Blake Mora, además de Alonso Lujambio, el ex secretario de Educación, quien enfermó gravemente y falleció. Esa predilección por colocar a sus allegados en puestos clave llevó a Germán Martínez y César Nava a la dirigencia del partido y a ser señalados como los iniciadores de la debacle del PAN.
La fe de Felipe Calderón esta en el glamur del poder

La fe de Felipe Calderón esta en el glamur del poder

Arreciada la confrontación interna, Gustavo Madero –quien no es calderonista– tomó el timón del barco, pero la derrota parecía inminente ante la popularidad del priísta Enrique Peña Nieto y el crecimiento que tuvo Andrés Manuel López Obrador. Además de que hundió a su partido en el tercer lugar, la peor herencia que deja es haberle abierto el camino de regreso a un PRI con vicios del viejo y los adquiridos recientemente, añade Salmerón. Mientras, en las filas del panismo persisten las sospechas de que el Presidente negoció desde 2006 con eltricolor para devolverle la silla presidencial.
La hipótesis de la politóloga Soledad Loaeza es distinta. “El mandatario se preguntó: ‘¿con quién quiero perder? ¿Con Josefina o con Cordero?’, y al final brindó un apoyo débil a Vázquez Mota, porque no creía que fuera buena candidata”. Para la académica del Colegio de México y estudiosa del panismo, hubo fallas en la política de seguridad, pero el mandatario logró garantizar la estabilidad económica pese a la crisis y recuperar la imagen de la Presidencia de la República como institución central dentro del sistema político; seria, que no está para hacer chistes, como Fox, quien nunca entendió qué es la Presidencia. ¿Y el futuro del calderonismo? Loaeza cree que es la única corriente que cuenta con figuras sobresalientes dentro del PAN, como el mismo Presidente y su esposa. Sin embargo –acota–, elblanquiazul tiene un problema de liderazgos y de falta de personal político. Es difícil anticipar si regresará pronto al poder.
La Jornada, viernes 30 de noviembre de 2012

En Edomex, el ensayo Peña-televisoras

julio 28, 2012

10 DE JULIO DE 2012

Desde 2005, cuando Enrique Peña Nieto llegó al gobierno del Estado de México, él y su partido, el PRI, no han dejado de invertir en los comicios locales y federales para posicionar a sus correligionarios. Y aun cuando en cada proceso electoral sus contrincantes los han denunciado por sus millonarios dispendios y su alianza con los poderes fácticos –entre ellos el duopolio televisivo–, hoy ese partido domina la mayoría de los ayuntamientos del Estado de México, el Congreso estatal y la propia gubernatura.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- El 30 de agosto de 2005, un mes después de las elecciones para gobernador, los consejeros del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) determinaron que el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, no había rebasado el tope de gastos de campaña –216 millones de pesos–, a pesar de dos recursos interpuestos por el PAN y por la coalición del PRD-PT ante los tribunales local y federal.

La coalición del PRD-PT, que postuló a Yeidckol Polevnsky, documentó que los gastos de Peña Nieto en medios de comunicación, los spots en Televisa y TV Azteca en particular, ascendieron a 116 millones 804 mil pesos, mientras que en los “anuncios especiales” en las vallas de los estadios, durante los partidos de futbol transmitidos en ambas televisoras, el candidato de la coalición Alianza por México (PRI-PVEM) invirtió 75 millones 585 mil pesos. Esos gastos no incluían la inversión en prensa, internet, radio y espectaculares, que inundaron la entidad con la imagen del “guapo” candidato.

Las pautas publicitarias originales, elaboradas por el Instituto Brasileiro de Opinião Pública e Estatística (IBOPE), dan algunos ejemplos del dispendio de aquella campaña de Peña Nieto en 2005:

El PRI mexiquense pagó 484 mil 650 pesos por cada uno de los 10 spots transmitidos durante la emisión de la telenovela La madrastra; por aparecer 30 segundos en varios segmentos comerciales del programa de Televisa El privilegio de mandar, pagó 447 mil 300 pesos; y por 30 segundos en la gran final del futbol de Canal 2, el partido invirtió 600 mil pesos.

Otro ejemplo: Peña Nieto apareció en un infomercial de un minuto en El Noticiero de Canal 2, conducido por Joaquín López Dóriga, el 27 de junio de 2005. En su pauta, el IBOPE expone: “PRI-PVEM 25 junio comenzó cierre Toluca”. El costo: 796 mil pesos. Cuatro días después, el día 29 apareció otro infomercial en el mismo espacio noticioso por la misma cantidad. El concepto: “PRI-PVEM cierre en Ecatepec”.

Ninguno de los infomerciales fue incluido en el monitoreo de gastos del IEEM. El organismo estatal electoral contrató a la empresa Parámetro Consultores, que dictaminó un gasto en medios mucho menor al acreditado en las pautas del IBOPE: Peña Nieto destinó 66 millones 323 mil pesos en 4 mil 741 anuncios en medios impresos y electrónicos, mientras el panista Rubén Mendoza Ayala destinó 32 millones 865 mil pesos y Polevnsky apenas 8 millones 292 mil pesos.

La coalición PAN-Convergencia, que postuló a Mendoza Ayala, también interpuso un Juicio de Revisión Constitucional (JRC) ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). El magistrado José de Jesús Orozco Henríquez determinó el 24 de agosto de 2005 que la queja estaba “parcialmente fundada”, sobre todo por “el supuesto rebase de tope de gastos de campaña”.

La Sala Superior del TEPJF resolvió modificar la resolución de su homólogo mexiquense y ordenó a la comisión de fiscalización del IEEM que en un plazo de cinco días emitiera un dictamen “sobre el posible rebase del tope de gastos de campaña” de Peña Nieto, así como informar a la máxima instancia de calificación electoral en un plazo no mayor de cinco días.

El IEEM, dominado por consejeros de filiación priista, avaló la determinación del presidente del comité de fiscalización, encabezada por Jorge Muciño Escalona, quien dictaminó que Peña Nieto no había rebasado el tope de gastos de campaña. La sesión duró 13 horas. Los representantes de la oposición insistieron que la elección debía anularse.

Ninguna de las dos coaliciones opositoras logró frenar el triunfo de Peña Nieto, quien, según las cifras oficiales, ganó con más de 20 puntos de ventaja: 1 millón 801 mil votos (47%) para Peña Nieto; 24.74% para Mendoza Ayala, y 24.26% para Polevnsky. “La disputa fue por el segundo lugar”, editorializaron los comentaristas locales.

El resultado electoral de ese año coincidió plenamente con las encuestas promovidas por Consulta Mitofsky, de Televisa, que le dio a Peña Nieto 48% de las preferencias; con la de Mendoza Blanco, de TV Azteca, 50%, y con la del Grupo DGC, de Ulises Beltrán –el encuestólogo de Carlos Salinas de Gortari–, quien le otorgó 48%.

Tenue frontera

“La operación de 2005 se repitió en las elecciones federales de 2009, cuando el PRI recuperó la mayoría de municipios y diputaciones federales en el Estado de México, y en 2011, durante los comicios que llevaron a Eruviel Ávila a la gubernatura, considerados el antecedente más importante de la elección de 2012”, sostiene Bernardo Barranco, el exconsejero del IEEM que encabezó la observación ciudadana en el proceso estatal del año pasado.

“Las elecciones de Peña Nieto siempre han estado en la frontera entre lo legal y lo ilegal por el rebase de topes en sus gastos de campaña. Es una estrategia probada ya por el PRI mexiquense. Eruviel rebasó ampliamente los 236 millones de pesos de tope de gastos”, dice Barranco.

La diferencia de los procesos anteriores con la elección del domingo 1 es que ahora la ventaja de Peña Nieto sobre el segundo lugar, Andrés Manuel López Obrador, es poco menos de siete puntos. En 2005, 2009 y 2011, el PRI aventajó por más de dos dígitos. Esta vez, el escenario promovido por las encuestas levantadas durante los 90 días de campaña no se cumplió.

En las elecciones federales de 2009, en el punto más alto de la promoción de Peña Nieto por parte de Televisa, el PRI arrasó en el Estado de México y Peña Nieto se adjudicó varios triunfos en los comicios estatales de la jornada del 5 de julio de ese año. El tripartidismo prácticamente se borró en la entidad.

Bernardo Barranco entrega informe de observación electoral a la legislatura mexiquense en agosto de 2010

El PRI recuperó los municipios del “corredor azul” que gobernaba el PAN (Naucalpan y Tlalnepantla) y los del oriente, en poder del PRD. En 2009, las izquierdas perdieron 32 ayuntamientos, incluyendo Ecatepec, Chalco, Ixtapaluca, Metepec, Netzahualcóyotl, Los Reyes La Paz y Valle de Chalco, los más poblados. Fue “carro completo”, como en los viejos tiempos del partido.

En el Congreso local, el partido de Peña Nieto recuperó el control político, al pasar de 19 a 39 diputados. A nivel federal, el PRI mexiquense conformó la bancada estatal más grande: 40 legisladores; en el ámbito municipal aumentó de 72 a 97 de los 125 municipios con respecto a 2006.

En esos comicios, sólo 51.20% de los ciudadanos mexiquenses empadronados emitieron su voto. De ese universo el PRI se quedó con 39% de los sufragios, superado sólo por Veracruz, donde el entonces gobernador priista Fidel Herrera operó para que el PRI obtuviera 45.2% de los votos en esa entidad.

Peña Nieto se convirtió en el “gran padrino” de varios triunfos estatales de 2009. En Nuevo León, impulsó a su correligionario Rodrigo Medina, quien gracias a ello y al apoyo de las repetidoras estatales de Televisa y TV Azteca llegó a la gubernatura.

El apoyo financiero del Estado de México llegó a la entidad norteña a través de un compadre de Peña Nieto llamado Felipe Enríquez; el mismo que operó ese mismo año en Quintana Roo y en Yucatán a favor de dos aliados peninsulares del peñismo: Félix González Canto e Ivonne Ortega.

El mandatario mexiquense también apoyó a Aristóteles Sandoval, el candidato priista que recuperó en 2009 la capital de Jalisco para el tricolor y recién el domingo 1 ganó al PAN el gobierno después de 18 años.

La elección más cara

En 2011, con Eruviel Ávila como candidato del PRI a la gubernatura mexiquense, el dispendio fue escandaloso.

El tope de gastos fue de 204 millones de pesos por aspirante, a pesar de que estaba prohibida la compra de spots en medios electrónicos. Y aun cuando el proceso fue de sólo 45 días, no adoptó el modelo de la reforma electoral federal de 2007, que recortó los gastos de las campañas locales.

“Si en el Estado de México se hubiese adoptado el modelo de la reforma federal de 2007, el tope de gastos de campaña para el gobernador hubiera sido de 41 millones de pesos, no de 204 millones”, sostiene Bernardo Barranco, autor del Dictamen ciudadano de vigilancia electoral.

La campaña de Eruviel Ávila se considera una de las más caras en América Latina. El costo por voto se calcula en 598 pesos (50 dólares), a causa del elevado abstencionismo y el dispendio de los partidos, de acuerdo con un estudio de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES, por sus siglas en inglés).

La cifra fue muy similar al cálculo hecho por el presidente de la Coparmex metropolitana, Marco Antonio Gutiérrez. El 26 de mayo de 2011 el empresario advirtió que el voto en el Estado de México sería de 60 dólares. Es “una grosería, un insulto para el pueblo”, dijo Gutiérrez.

Las cifras contrastaron con las de los comicios federales de 2009. Ese año Peña Nieto recuperó el control político del Estado de México al ganar la mayoría de los ayuntamientos y de las diputaciones federales y locales. El costo por voto fue de 17 dólares.

El rebase de tope de gastos de campaña tampoco contó en el litigio poselectoral. El dispendio de Eruviel Ávila, candidato del PRI-PVEM-Panal, se reflejó en espectaculares, bardas, estaciones del metro, autobuses, paraderos, taxis y metrobuses.

Ávila prometió que recompensaría con autos y puestos públicos a los militantes que promovieran el voto para su partido. A su vez, los priistas repartieron la tarjeta Efectiva para coaccionar el voto a favor del exalcalde de Ecatepec.

Alejandro Encinas presenta las memorias de la elección donde sostiene el amplio rebase en los topes de campaña de la elección para gobernador

La coalición Unidos por Ti, que postuló al perredista Alejandro Encinas, presentó dos peritajes ante el IEEM para acreditar el rebase de tope de gastos. El perito Francisco Fuentes Villalón estimó en 571 millones de pesos el gasto en espacios publicitarios, en “utilitarios” (encendedores, gorras, camisas, costureros y mandiles, entre otros) y organización de mítines. El segundo peritaje, que incluyó el gasto en espectaculares, fue de mil 604 millones de pesos. Ambos fueron desechados por el IEEM.

Más abrumadora que la publicidad de Ávila fue la del gobierno del Estado de México y la de Peña Nieto:

“La publicidad del gobierno del Estado se mantuvo durante casi todo el proceso electoral, hasta que tardíamente el TEPJF ordenó el retiro de ella, a unos días de la elección. La presencia del gobernador en los medios, sobre todo electrónicos, fue omnipresente. Las prácticas que durante décadas fueron utilizadas para garantizar la permanencia del partido en el poder se mantuvieron durante la competencia electoral en el estado”, consignó el Dictamen ciudadano de vigilancia electoral.

Ávila cumplió con el “modelo ganador” ensayado por Peña Nieto. La coalición que lo postuló obtuvo 3 millones 45 mil votos (64.93%); Encinas sólo 1 millón 30 mil votos (21.98%), y el panista Luis Felipe Bravo Mena 603 mil votos (12.86%). Ese año el abstencionismo fue mayúsculo: 6 millones de ciudadanos (57%).

“El triunfo de Ávila con márgenes superiores a lo esperado tuvo diversas explicaciones. Una de ellas fue que reflejó la cantidad de recursos gastados por su partido para ganar la elección, fueran o no permitidos por la ley. De alguna manera, los resultados y los medios de que dispuso el PRI para esa elección lo hicieron ver como el ganador indiscutible. Sin embargo, la cifra más contundente de aquella elección fue la abstención, la cual reflejó el rechazo de la ciudadanía a las formas de operar de los partidos y del gobierno”, consignó Barranco en su Dictamen ciudadano.

Jenaro Villamil, Proceso, autor del artículo

Y aun cuando el PAN y la coalición PRD-PT-Convergencia impugnaron la elección, no pudieron acreditar el exceso de gastos por falta de monitoreo de medios y las revisiones precautorias de gastos de campaña. El margen de más de 40 puntos de ventaja del PRI hizo prácticamente imposible la posibilidad de anular la elección por el dispendio.

Fe y política en mesa de discusión antes de las elecciones

junio 12, 2012
Fe y política en mesa de discusión antes de las elecciones
Por Ariel Corpus/ L. Cervantes-Ortiz
www.alcnoticias.net/interior.php?lang=687&codigo=22108
 
Ciudad de México, martes, 12 de junio de 2012
El pasado 7 de junio en las instalaciones de la Comunidad Teológica de México se llevó a cabo el foro “Fe y política ante las elecciones de 2012: actores y procesos”. La mesa estuvo conformada por un grupo de líderes evangélicos como Arturo Farela (Confraternice), Adoniram Gaxiola (Iglesia Casa de Pan), Sergio Ulloa (Seminario Bautista de México), Mariano Ávila (Iglesia Presbiteriana), así como la presencia del sociólogo y periodista Bernardo Barranco. También se invitó a la diputada Rosi Orozco, quien finalmente no confirmó su llegada.

Ávila, quien hiciera una investigación sobre la participación política de los evangélicos a partir de las reformas de 1992, mencionó que gracias a que los evangélicos han obtenido conciencia del peso social que representan, es que su participación política ha sido latente; a su vez, ha surgido una élite evangélica que busca representar a sus feligreses y que a partir de los valores emanados de las Escrituras buscan proponer nuevas pautas sociales. Sin embargo, él mismo se preguntó: ¿qué pueden hacer los evangélicos que sea diferente de los políticos? ¿Cuál es su plataforma política más allá de los valores morales pregonados, en muchos casos, en contra de los derechos de otras minorías? ¿Cómo incidir en una sociedad donde las prácticas políticas son jerárquicas y corporativistas?

Barranco se mostró preocupado por el proceso electoral y por la falta de ética con la cual se vive la práctica cívica. Mencionó que dado el desgaste del sistema electoral mexicano y ante la clase política ávida de votos pero sin valores, deberían ser las iglesias quienes cuestionen tales actitudes. Este divorcio entre ética y política, como lo llamó el conductor de Religiones del Mundo, ha traído como consecuencia un juego sucio donde determinados grupos religiosos son tentados por la sacralización del poder. Terminó aplaudiendo la postura que algunas iglesias, organizaciones y gente de fe expresaron al respecto para buscar una contienda electoral limpia y donde se promueve que la ética del bien común sea la base del respeto por la ciudadanía (www.jornada.unam.mx/2012/06/06/opinion/024a1pol ).

Por su parte, Farela, presidente de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas, habló de su experiencia en casos concretos donde ha participado en la política, tales como su relación ante la Secretaría de Gobernación por los casos de intolerancia religiosa suscitados en Chiapas, al sureste del país, décadas atrás. En medio de estos contextos adversos “al pueblo de Dios”, indicó, se ha buscado concretar un partido político que responda a los intereses de las minorías religiosas. Farela también reaccionó frente a los cuestionamientos de la prensa que, en su calidad de apoderado legal de múltiples asociaciones religiosas hiciera una oración por el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador en abril del presente año (www.eluniversal.com.mx/notas/843510.html ), ya que la agrupación política nacional Encuentro Social (PES), donde participa, convocó a los candidatos a tener un encuentro con ellos.

Este último punto fue criticado por Gaxiola, quien cuestionó las prácticas corporativistas fuera de las iglesias que se cargan del espíritu mesiánico de aquellos políticos que, a su vez, son conversos a alguna agrupación religiosa. También Gaxiola cuestionó la empatía de diversos grupos religiosos con los proyectos políticos al hacer coro de los encuentros que sostuvieron algunos líderes evangélicos con la candidata de la derecha mexicana Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional, quien el pasado 5 de junio se reunió con personajes como Rosi Orozco, de Casa sobre la Roca, y al que llamó “el grupo Liverpool”, presidido por Abner López, director de la Sociedad Bíblica de México (Reforma, 6 de junio de 2012, www.juareznewstv.com/Nacional/269.html#.T9NtMt1BTiF ), acto en el cual se imploró la ayuda divina para alejar las posibles influencias de brujería sobre la ahora candidata a senadora por el derechista Partido Acción Nacional.

En esa oportunidad, hay que agregar que Orozco fue la organizadora y que se le solicitó a Vázquez Mota que se descalzara para leer una oración que se le entregó. La nota agrega que los “casi mil asistentes con los brazos extendidos dirigían sus palmas al templete. El Pastor continuó las referencias: tal como Jesús hizo resucitar a Lázaro, dijo y pidió el poder de la resurrección para ayudar a Josefina”. Otra nota periodística (que incluye un video: Raúl Tortolero, “Respaldan evangélicos a Josefina”, en www.reporteindigo.com/reporte/mexico/respaldan-evangelicos-josefina?page=1 ) consigna que ésta se declaró “una mujer de fe” y que “con líderes religiosos presbiterianos, bautistas, metodistas, pentecostales y adventistas, coordinados por Juan Jacobo Pérez Cornelio y Carlos Cebreros, oró… pero no desayunó. Expusieron a la candidata panista su agenda, pues buscan que la integre a su oferta electoral, y eventualmente, a su plataforma de gobierno. A cambio le ofrecieron su respaldo en los comicios”.

Javier Ulloa, quien ha estado involucrado en movimientos de corte ecuménico, cambió el tono del discurso y se manifestó por el respeto a la pluralidad social existente y la necesidad de nuevos modelos eclesiales y proyectos sociales que surjan mediante el diálogo para reconstruir la realidad compleja y diversa, y para responder qué país se quiere tener. Finalmente, se dio oportunidad al público para que compartiera su opinión de modo que surgieron temas pendientes en las ponencias como el Estado laico, la fe más allá de las prácticas internas y los vínculos de agrupaciones religiosas como Casa sobre la Roca con el gobierno calderonista y ahora muy cercana a la candidatura de Josefina Vázquez Mota. No obstante, lo que se deja al descubierto es que los evangélicos son un sinfín de grupos de diversas facciones, políticas, valores y teologías, por ende es difícil construir una agenda en común.

En esta frontera tan flexible y porosa entre lo religioso y la política, donde las iglesias como instituciones también moldean a los individuos, quedaron dos preguntas sin resolver: en primer lugar, frente a la reconstrucción social de la participación civil, ¿las iglesias evangélicas son los espacios necesarios donde se deba formar un nuevo modelo político o, simplemente, de participación ciudadana, cuando éstas han sido formadas a partir del modelo posrevolucionario priista y donde reproducen modelos jerárquicos, corporativos y, en algunos casos, intolerantes, con otras formas de sociabilidad humana que no comparten sus modelos de vida?; en segundo lugar, donde la distancia entre los liderazgos y los laicos es cada vez más creciente, ¿los pastores evangélicos, por el mero hecho de ser ministros de culto tienen la autoridad para convertirse en representantes sociales de sus feligreses, o ellos creen que sus feligreses hacen todo lo que ellos pregonan desde los púlpitos?

El debate entre presidenciables según las iglesias

May 13, 2012

Religiones del mundo Radio Red 1110 am

Tema: El debate en tre presidenciables según las iglesias.

Invitados: Carlos Martínez

Dan González Ortega.

Edgar Gutiérrez.

 

 

En nuestra emisión correspondiente al 08 de Mayo  de 2012 realizamos un análisis del debate entre los candidatos presidenciales. Contamos con la presencia de representantes de diferentes iglesias como fue el caso de Carlos Martínez, Periodista y sociólogo, escritor, e investigador del Centro de Estudios del Protestantismo Mexicano, Dan Gonzáles Ortega: Pastor Presbiteriano. Rector de la Comunidad Teológica de México  y Edgar Gutiérrez: Director del Seminario Metodista de México.

 

Bernardo Barranco dio inicio a la emisión poniendo sobre la mesa la importancia de los debates entre los candidatos a la presidencia en un contexto de “spotización” de la cultura política. Se preguntó cómo la presencia de 18 segundos de una edecán ha llamado más la atención destacada de un debate pobre, de descalificaciones y de formato rígido. A pesar de todo bienvenido los debates que animan una contienda hasta ahora poco atractiva.

El primero en tomar la palabra fue Carlos Martínez quien calificó el formato de infame, dijo que no se prestó para mucho; aunque fue acordado por los representantes de los contendientes. Desde su perspectiva Gabriel Quadri estuvo más suelto porque no tenía nada qué perder  ya que fue alguien a quien no tomaron mucho en cuenta, los demás candidatos fueron rehenes del formato; estuvieron por debajo de sí mismos.

Por su parte, Dan Gonzáles Ortega dijo que se trató de la crónica de un debate anunciado, que no pasó mucho, que no hubo novedades, que desde lo religioso fue un espacio de emociones. Le pareció que hubo un exceso en cuestiones como las medias verdades y las medias mentiras.

En otro tema, Bernardo Barranco preguntó sobre la percepción de los invitados en torno al debate, sobre la relación de los valores y el poder, sobre la relación entre ética y la política.

Carlos Martínez detectó un déficit considerable en la parte ética. El pragmatismo de la clase política está llevando a un irreversible y peligroso alejamiento de los políticos de los valores sociales. El caso de Enrique Peña Nieto es un ejemplo notable. Viene del grupo de Atlacomulco  cuya práctica histórica esta sustentada en la mentira, la corrupción y el comportamiento faccioso de un sector del priismo que aspira a reconquistar Los Pinos. Sus métodos han hecho de la política un negocio; y un negocio de la política.  l se presenta como una opción que no tiene ninguna liga con este asunto, hubo cuestiones que nunca contestó.

Dan Gonzáles Ortega dijo que vimos en el debate una lucha por tratar de convencer a la gente de quién es el menos perverso. En lo particular siente una profunda desilusión por el sistema político. Desde lo religioso en estos espacios lo más se debate ante la ciudadanía son las emociones. Los candidatos se opresentan con actitudes mesiánicas y redentoras.

Edgar Gutiérrez comentó, desde las Iglesias no hay la necesaria confianza porque los gobiernos, especialmente los panistas últimos, no han sido equitativos frente a las minorías religiosas por tanto los discursos como el de Josefina Vázquez Mota  es mirado con cierta suspicacia.

Más adelante, Bernardo Barranco señalo varios tópicos: dijo que el tema religioso no había estado presente en el debate, preguntó sobre la religión de los candidatos que se han declarado católicos. Excepción de Andrés Manuel que no se sabe si es creyente, evangélico o católico. Todos habían expuesto sus planteamientos religiosos ante la Conferencia del episcopado mexicano en temas como aborto, nuevos matrimonios gay, libertad religiosa y estado laico.

Al respecto Carlos Martínez confirmó que aunque el tema religioso no estuvo presente en el debate sí ha estado presente en las campañas. Comentó que Josefina Vázquez Mota es la que menos entiende la pluralidad religiosa, su fe católica la desborda al  recordar su dicho: “Antes de ir a votar hay que ir a misa”.

El discurso de Enrique Peña Nieto es el menos mocho, pero toda su trayectoria personal y hasta profesional es católica; está ligado al Ous Dei y a los Legionarios.   Tiene actitudes parecidas con Josefina Vázquez Mota.  Martínez expresó su simpatía por Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, considera que   incurre en un error cuando aborda temas candentes de  libertades religiosas porque al final propone  ponerlos  a consulta de la ciudadanía ¡Los derechos no pueden ponerse a consulta!

Se concluye al final de la mesa que  tanto los partidos como los candidatos recurren a las iglesias como mercado de votantes. Es un momento de intercambio político porque a pesar de un tibio reconocimiento conceptual de la diversidad religiosa; en la práctica se recurre a las Iglesias porque saben que es real el crecimiento  de adherentes y que ganan un creciente peso social. En suma es jugozo el mercado evangélico de votantes para las contiendas electorales.

 

 

 

Escuche la emisión completa y el análisis sobre “El debate según las iglesias” en:

http://www.lasreligionesdelmundoradiored.blogspot.mx/

Se va Onésimo Cepeda, el pastor de los poderes fácticos

May 9, 2012

Se va Onésimo Cepeda, el pastor de los poderes fácticos

Bernardo Barranco V.

En breve comunicado, la sala de prensa del Vaticano señaló que el Papa aceptó con prontitud la dimisión de Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec, según el artículo 401.1 del código de derecho canónico, a sólo 44 días de haber sido presentado. Cepeda Silva, con 75 años, pasa a retiro. Al parecer Roma tenía prisa, dado el atípico comportamiento de un obispo polémico, envuelto invariablemente en querellas y tormentas mediáticas que han comprometido la imagen de la Iglesia. Onésimo Cepeda es el arquetipo del obispo adicto al poder y a los acaudalados. Es de todos conocido que le gusta vivir con refinamiento y se apoya en una red de relaciones de personas opulentas para financiarse; es el pastor de las élites y de los poderes fácticos. A pesar de que se autoproclama daltónico, su corazón y acciones lo delatan priísta, presume su relación cercanísima con el actual gobernador mexiquense, Eruviel Ávila, de quien dijo era su padrino político, y por supuesto de Enrique Peña Nieto. Su apoyo categórico a Jorge Hank Rhon durante su detención en Tijuana mostró sus fuertes vínculos con el llamado grupo Atlacomulco. A pulso se ganó la denominación de capellán del PRI. El obispo de Ecatepec también es como la clase política: pragmático. Pese a que en 2000 apostó fuertemente por la candidatura de Francisco Labastida Ochoa, Olga Wornat, en su libro La Jefa(2003), deja ver la participación decisiva tanto de Onésimo Cepeda como del cardenal Rivera en la anulación religiosa del matrimonio de Marta Sahagún, sin duda la clave del reposicionamiento político de los obispo cortesanos.

Sus declaraciones públicas muchas veces han sido desafortunadas. En el pasado proceso electoral calificó deestupideces posturas de López Obrador, con las que ganó amonestaciones de Gobernación y duras calificaciones del PRD al señalarlo comomercader de la religión y la política. Al salir a la opinión pública los primeros indicios de los abusos sexuales perpetrados por Marcial Maciel, Onésimo Cepeda declaró que a los ex legionarios les debe haber gustado, si tardaron tanto tiempo en denunciarlo; con todo lo que se ha revelado sobre el caso debe sentirse ahora avergonzado por su extrema vulgaridad. En plenos festejos del bicentenario, Onésimo tuvo otra ocurrencia que levantó revuelo al asegurar que en México el Estado laico era una jalada. Podríamos llenar páginas enteras con las provocaciones de este prelado, quien con sus desatinos ha incomodado principalmente a la propia Iglesia. Una más, en 2004, cuando se discutía la cuestión de la píldora del día siguiente, con falta de tacto explicó: La píldora sirve muy bien para tenerla en medio de las rodillas; cuando tienes apretadas las rodillas y la píldora en medio, no tienes problemas, ¿ok?; cuando se te cae la píldora, entonces es cuando vienen los problemas.

Eso sí, se ha mostrado hábil para obtener recursos. Así lo demostró al construir la costosa catedral de Ecatepec en tiempo récord, gracias a numerosos donativos millonarios. Dineros, poder y política han acompañado al polémico obispo, hoy retirado. Siempre en la frontera, Onésimo Cepeda desmintió que haya recibido un millón de pesos del empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, a pesar de que éste lo suscribió en su libro Derecho de réplica (2009). Sin embargo, la acusación de fraude y sustracción de valiosas piezas de arte ha sido el caso más amenazador que ha enfrentado el jerarca católico. Como se recordará, Arthinia Internacional demandó al obispo; utilizó una hoja en blanco, firmada por Olga Azcárraga, para simular el pagaré por 130 millones de dólares que después el sacerdote endosó en favor de Matute Labrador. Salió favorecido del caso. Poco antes, de manera retadora, sentenció burlonamente: A mí me la persignan. Sus principales detractores no están fuera de la Iglesia, sino dentro. Cepeda Silva ha venido desafiando los estilos y las moderadas rutinas de los obispos en el ámbito público. Se le reprocha, por tanto, alejarse de la imagen de un obispo pastoral por el actor mundano, frívolo y arrogante.

Onésimo Cepeda es abogado por la UNAM, 1956-1960, y uno de los poquísimos obispos con estudios en universidades laicas. Su vocación sacerdotal es tardía. Se ordenó a los 33 años, después de una disipada vida como rockero, torero, parrandero y bolsero. En sus primeros años sacerdotales, en los 70, se amparó bajo el signo de progresismo católico, impulsado por el Concilio Vaticano II, en la avanzada diócesis de Cuernavaca. Tomó distancia de su obispo, Sergio Méndez Arceo, refugiándose en los conservadores movimientos carismáticos. Incursionó como teleevangelizador en una pequeña televisora estadunidense. Años después las preocupaciones de Roma y los nuevos vientos disciplinarios colocaron a Onésimo Cepeda en una posición inmejorable para tomar revanchas. Se convirtió en aliado incondicional del nuncio Girolamo Prigione para desmantelar y estrujar la obra pastoral de don Sergio. Apoyó la persecución encabezada por los obispos sucesores, Posadas Ocampo y Reynoso Cervantes, contra los teólogos de la liberación, así como de los agentes de pastoral popular de las comunidades de base.

Ahora pasa a la jubilación muy a su pesar, pues quería quedarse unos años más. Su retiro representa la pérdida de un valioso activo para el PRI y mayor debilitamiento del cardenal Rivera, su aliado incondicional. Más que su cercanía con los legionarios y simpatía al brazo de la vieja guardia wojtyiliana, encabezada por Ángelo Sodano, Onésimo se va por ser un actor inextricable. Su estilo bocón y su poca congruencia irritó institucionalmente a la jerarquía, la cual ha encontrado en el retiro una inmejorable oportunidad para desembarazarse de un obispo incómodo, quien desde su jubilación ya no tendrá el mismo peso, poder ni reflectores a los que llegó ser adicto.

Él ha declarado perdonar a sus detractores que lo han calumniado en los medios, pero debería preguntarse si la propia Iglesia le dispensará todas sus desviaciones, extravagancias e incoherencias religiosas. ¿Dios le perdonará?

La Jornada, miércoles 9 de mayo de 2012.

La pasarela de presidenciables ante el favor de Dios

abril 25, 2012

Quadri más fresco causo buena impresiónLa pasarela de presidenciables ante el favor de Dios

Bernardo Barranco V.

Me parece una exageración condenar la presencia de los candidatos a la Presidencia ante la asamblea de los obispos católicos. En una sociedad democrática no se viola el principio de laicidad por el hecho de que los candidatos expongan ante los ministros de culto sus programas y ofertas políticas, como lo tienen que hacer ante los empresarios, sindicatos, organizaciones sociales. En cambio, sería reprochable que los candidatos rechazaron invitaciones de otras iglesias y credos, porque vulnerarían el principio de equidad. Por otra parte, es cuestionable que la pasarela de presidenciables se haya realizado a puerta cerrada, sin la presencia de los medios. Probablemente para distender el diálogo se sacrifica el derecho de la ciudadanía a observar el desempeño y la actitud de los candidatos ante temas delicados y polémicos, como el aborto, las nuevas parejas gays, la libertad religiosa, el Estado laico, etcétera. El hecho es que los propios candidatos solicitaron, de común acuerdo con los obispos, un diálogo privado. La jerarquía católica, por su parte, con mucha experiencia política, ha aprendido, desde los tiempos del nuncio Girolamo Prigione, a insertar sus demandas y agenda en los momentos de coyuntura electoral, pues, como ya lo hemos señalado, es el momento de mayor debilidad de la clase política. En otras palabras, son los momentos de la Iglesia para incidir e inducir su visión en las políticas públicas. La jerarquía, pues, hace sentir su peso político, y la manera de ejercer su influencia es demostrar a la sociedad su presencia política y hacer valer su condición de factor de poder. Aunque su incidencia religiosa vaya a la baja, ya que se vive la menor tasa de católicos en la historia del país, en contraparte la relevancia política del clero va al alza.

El contacto entre candidatos y obispos católicos tampoco es nuevo. Estos encuentros se remontan, en la historia reciente de los procesos electorales, a la campaña de Carlos Salinas, que incluyó en sus giras el contacto con los obispos locales. El vocero del episcopado, entonces Genaro Alamilla, celebra la iniciativa e invita al candidato priísta a hacer política moderna y presentar sus propuestas a los obispos en 1988.

Vicente Fox rompió el tabú de los candidatos abiertamente confesionales al declararse católico y enarbolar el estandarte guadalupano como primer acto de campaña ante el estupor de algunos obispos mexicanos. Sin duda, una de las lecciones que sacó el PRI de la alternancia fue descuidar el papel político de la Iglesia; esta conclusión costosa de 2000 ha marcado un parteaguas en la actitud del tricolorfrente a los obispos. Las pasarelas de candidatos presidenciales ante el pleno del episcopado mexicano se han venido haciendo actos usuales desde 2006. Surgen algunas interrogantes entre politólogos y especialistas en temas religiosos: ¿existe el voto católico?, ¿qué tan fuerte es la gravitación del clero católico en la intención del votante? ¿Por qué la clase política concede tanta notoriedad al clero?

En los últimos 10 años hay cierto desencanto clerical por los gobiernos panistas. Sin duda el clero apoyó y legitimó a Calderón en la crisis electoral de 2006, y se benefició políticamente. Por ello debemos comprender que la repolitización de lo religioso no es un fenómeno privativo de México. Desde los años noventa la jerarquía católica, a escala internacional, tiene una agenda moral que constantemente choca con la secularización. Hay debates en España, Francia, Estados Unidos, por mencionar algunos, en que se discute la interacción entre laicidad, libertad religiosa y secularización. Por ello la agenda moral católica se ha venido politizando y los obispos, para imponerla, han venido operando con mayor agudeza. Lo religioso se ha venido desprivatizando, es decir, se resiste a vivir la fe desde lo privado y en contraste aspira a emerger con energía en el espacio público. En México, la jerarquía católica se ha beneficiado de la federalización de algunas regiones. La llamadafeudalización de muchos gobernadores ha contribuido a otorgar mayor peso político a algunos obispos locales. Por ejemplo Juan Sandoval Íñiguez, abiertamente panista, se convirtió en Jalisco en un poder real, sólo equiparable al del gobernador. Onésimo Cepeda, en Ecatepec, ha sido constante operador político tricolor; los obispos de Chihuahua que en los años ochenta fueron panistas defensores del voto ahora respaldan abiertamente al PRI. Y en el estado de México se puede hablar de obispos peñistas.

A la diversidad religiosa de la Iglesia se puede añadir la diversidad política, a condición de fortalecer una agenda moral que se impone como eje rector. Es evidente que los candidatos ven en la Iglesia una fuerza política real; así lo han percibido desde hace más de una década. En la comparecencia de candidatos ante cerca de 100 obispos, las biografías de Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto están ligadas a la Iglesia. En el árbol genealógico del candidato priísta existen varios obispos e influyentes clérigos mexiquenses, y el ex gobernador parece desempolvar las viejas tesis salinistas sobre el papel político de la Iglesia y asignarle una función de aliada estratégica. Los planteamientos de ambos, si bien cuidadosos, se movieron en territorios conocidos: defensa de la vida, la familia, la libertad religiosa y una laicidad atemperada. Andrés Manuel López Obrador, en cambio, cruzó una espada de doble filo, no confrontó la agenda de la Iglesia, pero tampoco la avaló, por la presión de los propios grupos de izquierda. Salió del terreno de los valores para colocarse en la crítica común del modelo económico y la búsqueda de la paz. Gabriel Quadri, con mayor libertad de todos los candidatos, reivindicó su catolicidad, pero admitió las uniones de personas del mismo sexo diferenciándolas del matrimonio católico. Podría decirse que su descaro le hizo ganar simpatías entre muchos prelados mexicanos.

Hay un nuevo mapa político religioso en México. Gran parte del clero mira con reticencia las posturas del PRD, pese a la nueva actitud moderada de su amoroso candidato. Este clero se ha dejado consentir regionalmente por los gobernadores priístas, aunque predomina en el Bajío y las tierras cristeras una prevalencia panista. La clase política, si bien ha perdido raíces ideológicas, tradiciones y ha ganado pragmatismo, no es estúpida; sabe del peso político y el ascendiente que tienen los obispos.

La Jornada, miércoles 25 de abril de 2012

Discurso Papa tendrá interpretación política: analista. Con Ricardo Rocha

marzo 22, 2012

Discurso Papa tendrá interpretación política: analista. Con Ricardo Rocha
22 de Marzo, 2012

Bernardo Barranco, dijo no creer que Benedicto XVI haga un
pronunciamiento tan explícito, «yo creo que sabe muy bien que llega a un país herido, en estado de depresión(…) creo que va a tener un planteamiento o un mensaje en función de los valores cristianos, como de recomponer el corazón de este país herido».


Bernardo Barranco, experto en temas religiosos, consideró que no hay discurso religioso, por más espiritual que sea, que no conlleve a una dimensión social y por lo tanto política, «en este caso la visita del Papa se da en un proceso electoral y evidentemente que lo que diga o deje de decir, los gestos, los símbolos, tendrán un enclave de interpretación política».

En el programa «Fórmula Detrás de la Noticia», recordó que en el momento solemne, que será la misa del domingo, está convocada no solamente la clase política sino también los empresarios, «en ese sentido creo que es a la vez religiosa, a la vez pastoral, pero también con un fuerte componente político».

Sobre si es previsible que hubiera algún mensaje en el sentido de pronunciarse por algún partido en particular, Bernardo Barranco dijo no creer que el Papa Benedicto XVI haga un pronunciamiento tan explícito, «yo creo que sabe muy bien que llega a un país herido, en estado de depresión, incluso por la violencia, inseguridad (…) creo que el Papa va a tener un planteamiento o un mensaje en función de los valores cristianos, como de recomponer el corazón de este país herido».

De acuerdo con el analista, el discurso moral le va a favorecer al Episcopado en su agenda política, al PAN, «pero no olvidemos que el PRI de Enrique Peña Nieto se ha deslizado religiosamente a una perspectiva tan conservadora como el propio Acción Nacional; incluso Andrés Manuel López Obrador ya levantó la mano con su República Amorosa».

En cuanto a la pederastia y el caso de Marcial Maciel y los Legionarios de Cristo, indicó que este tema es obligatorio en el discurso del Papa porque una de las grandes vulnerabilidades que tiene la visita es el que no va a tener ningún gesto, ningún contacto, con las víctimas de abuso sexual en este país.

«Estoy muy sorprendido por la insensibilidad que han mostrado frente a un tema tan delicado, como si no existiera en México abuso sexual. El caso Maciel es algo que ha lastimado a nivel internacional».

Radio Fórmula, miércoles 21 de marzo de 2012

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Con Ricardo Rocha comenta Bernardo Barranco. Lo que diga el Papa tendrá enclave de interpretación política


Benedicto XVI llega a México en un momento político muy delicado

marzo 20, 2012

Los analistas coincidieron que la llegada de Benedicto XVI a México será un evento político que tendrá distintas vías de análisis

CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — No es casualidad que el papa BenedictoXVI llegué a México en un momento político clave para el proceso electoral rumbo a las elecciones presidenciales del 1 de julio, coincidieron analistas en el programa México Opina, transmitido por CNN en Español.

«(BenedictoXVI) viene en un momento delicado, estamos por elegir un futuro en términos políticos, el decir que la visita del Papa no es político, es digno de duda, pues (entonces) hubiera elegido otro momento», dijo el analista Bernardo Barranco.

El Papa podría reunirse con los virtuales candidatos a la Presidencia durante su gira por Guanajuato el fin de semana próximo.

Barranco dijo que todos los partidos buscarán la manera de sacar ventaja de la visita papal, «todos dirían que sería Josefina Vázquez Mota, pero no olvidemos que el PRI de Enrique Peña Nieto, en términos religiosos, es tan conservador como el PAN y hasta Andrés Manuel levantó la mano con la idea de su República Amorosa”.

Sin embargo, para Marilú Esponda, Coordinadora de Catholic VoicesMéxico, la llegada de Benedicto XVI no es para influir en una serie de acciones políticas, «está enterado de la situación de México, pero viene porque le importan los mexicanos, pero no para favorecer a un partido».

Por su parte, el periodista Ignacio Lozano dijo que la iglesia católica esta muy interesada en mandar un mensaje de armonía y de paz debido a la violencia que sufre el país por el crimen organizado.

«Un ejemplo de ese mensaje de paz fue el recorrido de las reliquias de Juan Pablo II , aunque es inevitable que se considere la posibilidad de que la visita se politice», dijo Lozano, quien añadió que los candidatos de los tres partidos más importantes están de acuerdo en tomarse la foto con el Papa, pero sería en la opinión pública donde se generaría el debate.

La Iglesia católica mexicana publicó una guía para «orientar» el voto de los católicos, donde se señala que los sacerdotes deben decir qué políticas «contradicen» a la religión. En varios puntos, llama a no apoyar a partidos que promueven «falsos derechos y libertades».

«El Papa no va a venir a decir voten por el PAN o el PRI, el Papa es aprovechado para bendecir la política de Felipe Calderón en contra del crimen organizado», aseguró Barranco.

Benedicto XVI sostendrá un encuentro privado con el presidente Felipe Calderón el 25 de marzo en la Casa del Conde Rul, en Guanajuato. Al concluir, se espera que ambos dirijan un mensaje público.

«Tenemos una clase política que en temas religiosos es cada vez más conservadora y (la reforma) al articulo 24 constitucional es un claro ejemplo», finalizó Barranco.

La iniciativa de reforma al artículo 24 constitucional ha causado polémica entre académicos y agrupaciones religiosas, pues sus opositores argumentan que fue elaborada sin transparencia y que pone en peligro el Estado laico.

El papa Benedicto XVI visitará Guanajuato del 23 al 26 de marzo próximo.

Ver la emisión integra:

CNN, México Opina, domingo 18 de marzo de 2012

Para entender la visita de Benedicto XVI a México

marzo 14, 2012

Para entender la visita de Benedicto XVI a México

Bernardo Barranco V.

El Papa vendrá a México no sólo a orar, ofrecer consuelo y esperanza a un pueblo herido por la violencia y la inseguridad cotidiana. Sin duda, hay una innegable dimensión política que los actores involucrados en la visita quieren enmascarar. Presentamos de manera esquemática algunas claves básicas de la primera y probablemente única visita de Benedicto XVI a México.

1. Será una visita pastoral y política.

El Papa viene justo en medio del proceso electoral; no es un accidente y menos una inocente coincidencia. Se engarzan intereses con la intención de que todos ganen; el gobierno de Felipe Calderón busca la bendición y la legitimidad pontifical a su impugnada estrategia de combate al crimen, que atempere los cuestionamientos justo cuando su mandato llega a término; quedar menos vulnerable a los posicionamientos y discursos electorales. La jerarquía católica, por su parte, se favorece naturalmente con la visita: verá fortalecida la intención de politizar su agenda moral no sólo contra el aborto, nuevas parejas, defensa de la familia, sino ante la debatida libertad religiosa; aquí pretende un mayor espacio para la intervención institucional en la sociedad. Tampoco son accidentes las celeridades y procedimientos hasta atropellados de los legisladores para aprobar el artículo 24 constitucional. Dicha precipitación legislativa pone en evidencia arreglos. ¿Por qué la prisa y cuáles son las condiciones de dicha concertación?

2. Disputa electoral por el capital político católico.

Aparentemente, Josefina Vázquez Mota y el PAN se verían beneficiados por los discursos ideológicamente cercanos del Papa. Sin embargo, ante el pragmatismo de la clase política, uno puede esperar todo. El PRI de Peña Nieto se ha mostrado en materia religiosa tan conservador como el PAN, y hasta ha tomado distancia de su pasado liberal y laicista. Bien podría reclamar parte del legado doctrinal del Papa. Impera el cálculo político y los candidatos se apresuran para salir en la foto. En ese tenor, hasta Andrés Manuel López Obrador, desde su república amorosa, ha levantado la mano para buscar un encuentro con Benedicto XVI. ¿Existe el voto católico, y qué tanto peso tiene la jerarquía para incidir en la intención del voto? En todo caso, esperamos que la clase política tan animosa con la visita del Papa tome nota de las referencias entre ética y poder, valores y el quehacer político que seguramente Benedicto XVI abordará.

3. Benedicto XVI corrige su estrategia hacia América Latina.

Después de casi siete años de pontificado, México es el primer país de la América hispanoparlante que Benedicto XVI visita. Con cierto reproche, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez cuestiona el eurocentrismo del Papa y afirma que viene a pagar una deuda. El llamado continente de la esperanza, la región con el mayor número de católicos, se va cayendo a pedazos. Todavía en la década de 1970 la mayor parte de las naciones latinoamericanas tenían arriba de 90 por ciento de católicos. Esta proporción se ha derrumbado estrepitosamente en los dos países con mayor número de católicos en el mundo: Brasil baja a 68 por ciento y México a 83 por ciento. Centroamérica presenta la mutación religiosa radical, en la que en países como Nicaragua y El Salvador los católicos apenas rebasan la mitad de la población. En términos geopolíticos, o eclesiósfera, el Vaticano podría estar reorganizando su estrategia frente a la región, sin duda relegada por la estrategia del Papa.

4. Ratzinger recoge sus frutos latinoamericanos.

En el contexto de la celebración del bicentenario de la Independencia de varios países de América Latina, Benedicto XVI cosecha los frutos que sembró hace más de 20 años en la región. Recordemos que el cardenal Ratzinger, prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, sometió con aspereza las opciones de los católicos progresistas en América Latina que tenían presencia en los sectores sociales populares: campesinos, indígenas, obreros, mujeres, pobladores de barriadas, etcétera. Las sanciones a Leonardo Boff son uno de tantos ejemplos. Bajo el espíritu de la guerra fría, en los pasados años 80 dicha corriente fue inhibida, triturada y reducida a su mínima expresión. El mayor pecado de la teología de la liberación, según el propio Ratzinger, fue dejarse contaminar por las ideologías marxistas. Ese espacio social popular fue abandonado sin una hipótesis pastoral alternativa. El hueco fue rápidamente cubierto por los nuevos movimientos religiosos, especialmente por los de carácter pentecostal o parabíblicos, como los Testigos de Jehová. Sin que sea el factor determinante, el propio Ratzinger ha contribuido a la debacle católica en la región. Tiene una responsabilidad indiscutible y ahora enfrenta su propia paradoja.

En anteriores entregas a La Jornadahe abordado otras claves de la visita. Su limitado carisma mediático y la sombra de Juan Pablo II; su salud y ancianidad; su soledad en Roma, enfrentado no sólo a filtraciones de información, sino la reconfiguración de fuerzas en una atmósfera cercana al precónclave o fin de ciclo pontifical y, sobre todo, la incomprensible ausencia en su agenda de un encuentro con víctimas de abuso sexual, que incluyen las de Marcial Maciel. Concluyo retomando un artículo muy lúcido de monseñor Abelardo Alvarado Alcántara, obispo auxiliar de México, quien resalta las circunstancias especiales de la visita, en particular la crisis de fe que se vive en la Iglesia, los escándalos por los casos de pederastia que han provocado fuertes ataques a la Iglesia y a la persona del pontífice; el proceso de secularización que se da a escala mundial, pero especialmente notable en países de raigambre católica. Coincido con él: el continente latinoamericano avanza, a la vez que se advierte su nuevo protagonismo emergente en un contexto más complejo, plural y diversificado. En términos sociológicos queda claro que todo discurso religioso, por piadoso y espiritual que parezca, conlleva un modelo societal y un proyecto histórico. El Papa en México hablará no sólo de espiritualidad, pero tampoco sólo de política.

La Jornada, miércoles 14 de marzo de 2012

Retórica Política del Amor

marzo 9, 2012

Bernardo Barranco

Ante el foro organizado por Casa Lamm y La Jornada sobre las elecciones de 2012, el pasado lunes expresé mis preocupaciones frente a una transición democrática que debe ser replanteada, sobre todo cuando impera la peor clase política en la historia moderna de México.

Pragmatismo, ausencia de valores, predominio de intereses de camarilla y pérdida de horizonte patriótico, son algunos de los rasgos de una clase política que exhibió lo peor de ella, rescatando en la designación de plurinominales a muchos hampones políticos.

No hay pudor, no hay límites. El salón principal de Casa Lamm estaba repleto, entre los asistentes predominaban simpatizantes del movimiento social MORENA. Los panelistas, la mayoría simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador fueron: Jonh Ackerman, Jaime Avilés y Víctor Manuel Toledo.

Al fundamentar los riesgos regresivos de las principales ofertas políticas que aspiran conquistar la presidencia, me aventuré a cuestionar la controvertida consigna de la “República del amor”, por lo que como era natural desató álgida polémica.

Mi argumentación fue simple: un giro de 180 grados de un discurso y de un personaje confrontador de los poderes fácticos, la “mafia” (los malos) por un discurso del amor cargado de simbolismos religiosos.

Dicho de otra manera, AMLO, un personaje centro de tormentas ahora enarbola un discurso político del amor del que es vulnerable porque no embona con su trayectoria. Su fundamentación no ha sido convincente porque raya en un simplismo moralista.

No así, por ejemplo, el Papa Paulo VI (1897-1978) quien después del Concilio Vaticano II y hacia fines de la década de los años sesenta, impulsa ante la crisis de valores de la sociedad occidental la proclama de alcanzar una nueva “civilización del amor”.

Se podrá estar de acuerdo o no, pero nadie podrá cuestionar al Papa de incongruencia, está en su materia, en su terreno y el tema es de su dominio.

Víctor Manuel Toledo, reivindicó las raíces seculares del concepto y destacó la geometría sugerida por Alfonso Reyes en su Cartilla moral.
Celebra que el concepto haya generado mucho ruido precisamente porque la clase política y los poderes fáticos carecen de ética.

Como el mismo AMLO reconoce “con la república amorosa, estamos proponiendo regenerar la vida pública de México mediante una nueva forma de hacer política, aplicando tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor”.  Desde mi opinión, las características del  personaje y  la falta de una política comunicativa eficaz se corre el riesgo de un efecto boomerang, es decir, la caricaturización del concepto y del actor. La intención es audaz pero su sustento frágil.

bernardobarranco@hotmail.com

Milenio Estado de México, jueves 8 de marzo de 2012