Posts Tagged ‘aborto’

Francisco inició una verdadera revolución en la Iglesia: Bernardo Barranco. Con Paola Rojas

julio 31, 2013

Francisco inició una verdadera revolución en la Iglesia

Paola Rojas en Fórmula, 29 de julio de 2013default 2

Bernardo Barranco Villafán, sociólogo y especialista en religión, indicó que por lo mostrado durante su visita en Brasil, la agenda del Papa Francisco se basará en un ámbito social con el apoyo a los pobres, los derechos humanos y la justicia social en general. 

 

papa_francisco-copacabana-brasil2

Bernardo Barranco Villafán, sociólogo y especialista en religión, precisó que la visita del Papa Francisco a Brasil es muy importante, pues es la primera que realiza al país que posee el mayor número de católicos a nivel mundial, a lo que se suma el hecho de que hizo algunos planteamientos programáticos.

Entrevistado en el noticiero de Paola Rojas, indicó que los trazos que mostró el Sumo Pontífice en esta nación sudamericana, en cierto sentido, son los que acompañarán su pontificado, como es el caso de la humildad, el combate a la pobreza, entre otros, que demostró se convertirán en su programa pontifical.

«Como vemos muy claramente y sobre todo, reforzado por las declaraciones entorno a los homosexuales en el avión, vemos como el Papa le va a dar un giro a la agenda de la iglesia, ya no va a ser sólo o de manera preponderante la agenda moral o la ética social de la iglesia, que está en permanente lucha con las culturas contemporáneas, con temas de la mujer, celibato, aborto, etcétera, ahí va a bajar la intensidad de la iglesia, según el Papa, y va a emerger una nueva agenda», enfatizó.

La cual, continúo, se basará en un ámbito social con el apoyo a los pobres, los derechos humanos y la justicia social en general, motivo por el cual considera que ésta sería una de las primeras lecciones que deja la visita, es decir, un cambio de agenda de una moral católica inquisitiva e incluso de chantaje, hacia una donde se retome el tema de los derechos de los pobres, los derechos humanos y sobre todo, la justicia social.

Respecto a las declaraciones de Jorge Mario Bergoglio respecto a la homosexualidad, el especialista recordó que esto toma mucha fuerza,

El Papa Francisco contagió al pueblo Brasileño

El Papa Francisco contagió al pueblo Brasileño

principalmente cuando se toma en cuenta que anteriormente la iglesia ha sido tremendamente severa frente a este tema, al considerarlo como una deformación, una depravación o una enfermedad.
«Estas declaraciones del Papa pues son muy fuertes, porque en cierto sentido van a contramano, a contrasentido de lo que la iglesia había estado afirmando frente al tema. Y no solamente es lo que se afirma, sino la actitud de la iglesia hacia un sector de la sociedad que existe, que siempre ha existido, como es el tema de los homosexuales», abundó.

Al ser cuestionado sobre cuánto incomodará esto dentro de la iglesia católica, Bernardo Barranco dictó, «ah, es muy difícil, muy duro; yo me imagino que muchos se han de sentir muy agraviados con lo que ha venido haciendo el Papa, simplemente cuando el Papa cuestiona el ser ostentosos en la iglesia, él habló de aquellos que se sienten príncipes en la iglesia, que tienen esta especia como de ADN monárquico, que sean más sencillos, más humildes.»

Esto significa, añadió, que muchos cardenales y grandes monseñores tendrán que dejar sus autos, lujos y hoteles, para ponerse el overol pastoral, lo que representará un cambio muy importante pues el Papa ha dicho que quiere a los clérigos en la calle, para no mantener una «iglesia de confort» y «fría».

Periodista Paola Rojas

Periodista Paola Rojas

Finalmente, indicó que esto es una verdadera revolución al interior de la iglesia, que encabeza un hombre con un carisma muy fuerte, distinto al que tenía Juan Pablo II, pero que se desarrolla día a día como un gran párroco.

«Ojalá y sea el principio de grandes e importantes cambios en la iglesia católica, a partir de su cabeza. Que va a tener resistencias, segurísimo que las va a tener», concluyó.

cegs

ESCUCHAR

– See more at: http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=342893#sthash.rLpXEv6X.dpuf

¿En qué creen los que no creen ?

septiembre 12, 2012

 

Bernardo Barranco V.

La jornada, julio de 1997

¿En qué creen los que no creen? De  Umberto Eco, Carlo María Martini, prologo y traducción de Esther Cohen, 120 pp,  editorial Taurus 1997

 

Creer es la aceptación de la trascendencia y de la gracia de Dios.  El modelo de fe en el Antiguo Testamento es Abraham, quien aceptó a Dios como su Señor y con obediencia salió de su patria, dejó prácticamente todo y viajó sin rumbo certero hacia la “tierra prometida”.  Este modelo radical de creencia, bajo la modernidad ha desaparecido prácticamente. Actualmente, en la cultura secular se percibe una nueva sensibilidad por lo religioso, sin embargo en los hombres y las mujeres  contemporáneas las señales son encontradas. Por ello, el diálogo que establecen Umberto Eco y el Carlo María Martini en el libro : ¿En qué creen los que no creen ?, de Editorial Taurus, 1997, resulta atractivo, porque enfrenta a la sensibilidad laica, culta y poscristiana con la fe tradicional. Umberto Eco, de todos conocido, medievalista, autoridad en semiótica y  novelista, comparte sus dudas y críticas con el Cardenal Carlo María Martini, jesuita, Arzobispo de Milán. Un erudito de las sagradas escrituras y de la historia bimilenaria del cristianismo.  Martini, es heredero del Papa Paulo VI y del Concilio Vaticano II, asume los riesgos del diálogo  con la cultura moderna desde su complejidad.  Martini es por tanto, montiniano intelectualmente y es claro que tiene  hondas discrepancias frente a   las certezas doctrinarias de la curia romana; tanto del voluntarioso Papa Wojtyla como del sofisticado y temeroso Benedicto XVI.

 

El libros es fruto de un intenso intercambio  epistolar entre Martini y Eco.  El tono es de respeto, de tolerancia y de diálogo  entre personas que se ubican en tradiciones culturales y religiosas distintas. El libro resume las inquietudes, las dudas, las interrogantes, los pánicos y los regresos de una generación sesentayochera encarnada en Umberto Eco. En éste se siente un amargo sabor pesimista de la realidad, su sensibilidad  apocalíptica raya en un trágico fin de historia; en Umberto Eco  se perciben matices trágicos y cierto pesimismo sobre el futuro de la humanidad.  Como en “El Nombre de la Rosa”, Eco establece un diálogo entre la razón de fe y la razón moderna. Es muy respetuoso con Martini pero  cuestiona a la iglesia su cerrazón frente a cuestiones de la cotidinidad moderna como la penalización del aborto, el sacerdocio femenino, la homosexualidad, etc., y reivindica la posibilidad de ejercer una religiosidad laica y con matices Levinasianos, se abre al Otro en busca de una nueva ética.  Por su parte, Martini, a pesar de que se propone hablar como hombre de razón, nunca deja su investidura pastoral.  A pesar de Eco, como buen jesuita, responde con maestría muchas veces sin responder; sin embargo  aplaca el tono catastrófista de Eco, mostrando que en el Apocalipsis caben otras lecturas, principalmente las utópicas que profetizan un futuro mejor.  Martini relativiza  los temores milenaristas de Eco y le propone la esperanza cristiana . En delicado contrataque   le pregunta cómo puede vivir un no creyente su ética y su verdad sin sustento  de la trascendencia.

 

Umberto Eco y Carlo María Martini autores del libro

Ambos autores se preguntan sobre el fundamento último de la ética. Eco plantea  si es necesaria la fe para mirar y comprometerse por los demás. Y Martini de manera contundente responde que solamente lo incondicionado puede obligar de manera absoluta, solamente el Absoluto puede obligar de manera absoluta.

 

A pesar de la generosidad y elegancia del diálogo epistolar entre Martini y Eco, en el trasfondo, existe un intenso debate de colaboración fronteriza que esta cargada de viejos recelos y desconfianzas mutuas. Finalmente también se percibe, en el texto,  un regreso quizá de muchos posmodernos cincuentones a temas religiosos, a  la búsqueda de nuevos relatos micros y macros inspirados en las viejas tradiciones  religiosas. Uno se queda con la duda, después de leer el libro, si en realidad Umberto Eco alguna vez dejó de ser católico neotomista. En esa línea se inscribe otro texto, escrito por  Gianni Vattimo, cuyo título, igualmente paradógico es :  “Creer que se Cree”. Y bajo la coordinación de   Jacques Derridá,  aparece otra obra titulada “La Religión”,  que reúne ponencias de un seminario  en Capri 1994.  Aquí se abre un nuevo puente de diálogo filosófico entre intelectuales poscristianos  con el Absoluto, ante la incrédula mirada de muchos católicos que no acaban de entender los dilemas, los esencialismos y vaivenes de una generación que los años 60 y 70 juraron haber sepultado a Dios.

 

PS.

El libro fue un bestseler. Se tradujo a viarias lenguas y tuvieron nutridas reimpresiones. En el  año 2000 recibieron el Premio Príncipe de Asturias dos intelectuales italianos con una relevante presencia crítico-publica en los ámbitos cultural y religioso durante el último cuarto del siglo XX: el cardenal Martini, arzobispo de Milán, en Ciencias Sociales y el escritor Umberto Eco en Comunicación.

A veinte años de cambios al 130 constitucional

diciembre 3, 2011

A veinte años de cambios al 130 constitucional

Posteando

Bernardo Barranco

 

Podríamos sentenciar que el verdadero Estado laico en el México moderno surge con las reformas del 18 de diciembre de 1991 promovidas por Salinas de Gortari. A lo largo de estos veinte años se han operado cambios significativos en las relaciones entre las iglesias y la sociedad, propias de los cambios culturales que no deben ser atribuidos a las reformas constitucionales.

Se conmemora un acontecimiento que puso fin a una extraña condición en que se encontraban las iglesias: éstas no existían jurídicamente.

A veinte años de los cambios constitucionales, especialmente del artículo 130, podemos decir que se han operado muchas modificacionwa pero que todo ha seguido igual: una jerarquía poderosa con fuerte incidencia política. Las reformas salinistas pusieron fin al el llamado modus vivendi operado desde Ávila Camacho en los años cuarenta del siglo pasado.

El peso de la historia de las guerras fratricidas y las heridas aún no cicatrizadas hasta la fecha, propiciaron una insólita relación entre el Estado y la Iglesia católica en particular que se desenvolvía en el ámbito de la discrecionalidad política; una simulación funcional, calificada por la politóloga Soledad Loaeza, como “complicidad equivoca”.

Aquí, la tutela del Estado se pretendía absoluta y autoritaria pero negociada. Por ello los ordenamientos constitucionales, claramente anticlericales, no se aplicaban pero se reservaban como una “espada de Damocles”.

En los años ochenta la Iglesia católica decide, estimulada por el pujante y naciente pontificado de Juan Pablo II, “salir de oscuro rincón jurídico”, expresión de la época del entonces cardenal  Ernesto Corripio Aumada.

Se pedía sacudirse de la tutela del Estado y de desmarcarse de la discrecionalidad del sistema político presidencialista que ya mostraba en el sexenio de Miguel de la Madrid, signos claros de desgaste y debilitamiento.

Efectivamente, la Iglesia estimuló acciones tendientes a identificarse con causas de la sociedad civil, especialmente a partir del sismo de 1985.

Sin que pasara a ser progresista, apuntaló temas de derechos humanos, indígenas, democracia, reforma electoral, condenó la corrupción y cuestionó el modelo económico, así como el fomento de Ong’s e instituciones de asistencia privadas, las llamadas Iap’s.

¿Qué cambios político sociales podemos advertir en estos veinte años? Por el espacio tan apretado sólo anotamos tres:
A) Caída católica. La Iglesia católica ha descendido notablemente su porcentaje histórico de adherencia religiosa, de casi 90 por ciento en 1990 a 83 por ciento en 2010. Una caída de 7 puntos según los censos de población.

Mientras más incidencia política muestra su jerarquía, mayor es la crisis pastoral de un catolicismo que parece sucumbir ante el embate de otras denominaciones cristianas.

B) Cambio en las agendas. La Iglesia católica hasta fines del siglo pasado, se suma a las reivindicaciones sociales en torno a la alternancia, democratización, crítica a la corrupción. Actualmente la agenda política de la jerarquía católica se ha centrado en el debate sobre la moral, politizado la discusión sobre los valores.

La Iglesia se ha autodenominado instancia tutelar de los valores de la nación. Temas como el aborto, la sexualidad, el nuevo tipo de parejas, la homosexualidad, la eutanasia, Etc., son centro de grandes controversias y enfrentamiento con la sociedad civil.

C) La laicidad del Estado. Hace veinte años el tema central de discusión y disputa era el tipo de relación Estado/Iglesia (s); ahora las controversias pasan sobre el carácter laico del estado y el papel político de las religiones.

A veinte años, la jerarquía reclama mayores espacios políticos y nuevas reformas tendientes a ampliar las libertades religiosas. ¿Lo lograrán?, las apuestas le son favorables.

2011-12-01•Acentos de Milenio Estado de México