«Hay otro texto también preocupante que se llama ‘No es Francisco la gran tempestad en Roma’… en donde cuestiona la legitimidad jurídica del pontificado del Papa Francisco, planteando que no se siguieron las reglas y donde además, señala que la renuncia de Benedicto XVI fue al ministerio, no al papado, por lo que Benedicto XVI sigue siendo legítimo romano pontífice…»
Ante las noticias difundidas sobre un supuesto cambio doctrinal de la Iglesia con respecto a las parejas homosexuales, El Vaticano señaló que las discusiones que tienen lugar en el Sínodo de la Familia no son «ni doctrina ni normas definitivas», sino propuestas para un documento de trabajo que será enviado a las diócesis para preparar el Sínodo de 2015.
En ese sentido, el especialista en temas religiosos, Bernardo Barranco, lo catalogó de interesante pero también muy inquietante «porque hay una fractura muy visible en la vida de la iglesia que es muy cercana a la que se vivió cuando el papa Benedicto XVI renuncia.
Bernardo Barranco: «En torno al Sínodo hay una atmósfera enrarecida y rebeldía de la curia conservadora»
Destacó el analista que la «insurrección» de los sectores conservadores no es de ahora, sino que días antes del Sínodo de la Familia; se sacó un libro titulado «Seguir en la verdad a Cristo», encabezado nada menos que por el cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación de la Fe, quien encabeza rebelión libro muy duro en donde dicen que la Iglesia no puede echar marcha atrás sobre todo en los divorciados nuevamente casados y sobre la homosexualidad, señala el libro escrito por cardenales curiales muy conservadores.
«Hay otro texto también preocupante que se llama ‘No es Francisco la gran tempestad en Roma’, de Antonio Socci editado por Mondadori, en donde cuestiona la legitimidad jurídica del pontificado del Papa Francisco, planteando que no se siguieron las reglas y donde además, señala que la renuncia de Benedicto XVI fue al ministerio, no al papado, por lo que Benedicto sigue siendo legítimo romano pontífice y no Francisco».
En ese sentido, en entrevista con Denise Maerker, Bernardo Barranco asegura que la atmósfera está muy enrarecida en torno al tema del Sínodo de la Familia.
«En el documento que analizan los prelados, no es cambios de doctrina, sino cambios de actitudes, de lenguajes, además, el Sínodo no va a señalar nada, es sólo una reunión de obispos presidido por el Papa que le ayuda a tomar decisiones en la materia que él quiera, principalmente temas de moral.»
Cardenal Gerhard Ludwig Müller encabeza rebelión
El Sínodo de la Familia es el primero de escucha nada más, habrá un segundo Sínodo en 2015 en donde habrá un documento y el Papa recogerá lo que le parezca importante.
«Pero está tan embravecida la curia conservadora que se había dividido en torno a la crisis de Benedicto XVI que ahora se han vuelto a unificar en torno o en contra del Papa Francisco, e incluso el cardenal eslovaco Frank Rodé que de plano dice que este Papa, es un Papa izquierdista, pero como todos los latinoamericanos, hablan mucho y resuelven poco», destaca Bernardo Barranco.
La nota es que no se trata solamente de la apertura insinuada y dibujada de este Sínodo sobre el tema de los homosexuales sino también de la ruptura que se está viviendo dentro de la iglesia y que está poniendo en cuestión la autoridad del Papa y es a lo que se le debe poner atención.
En ese sentido, el analista señala que al Papa Francisco le toca primero negociar y después disciplinar a la gente, «por lo que creo que se está tardando el Papa en la reforma sobre la curia, se tiene que sentar a negociar y a hacer sentir su autoridad, porque si sigue así, su autoridad va a ser mermada, y creo que el Papa apoyado por un buen sector de cardenales que plantean con sensatez nuevas actitudes de la iglesia, metan en cintura a sectores conservadores que están en actitud de abierta rebeldía.»
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